Nuevos rostros de la diversidad en política
Alberto Bolado, diputado en el Parlamento de Cantabria por Podemos
“Quiero escuchar a entidades que conocen la realidad de la discapacidad, como CERMI y ONCE, para ser su voz en el Parlamento”
17/07/2015
Blanca Abella
Alberto es abogado, diputado de Podemos en el Parlamento cántabro y ciego desde los cinco años. Su ceguera fue temprana a pesar de recibir un tratamiento especial fuera de España, para el que contó con la colaboración del actual presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quien reunió en una colecta algo de dinero para hacer posible ese viaje. 30 años después, hoy, gobiernan juntos, en alianza de nuevo. Desde su escaño, asegura que contará con el trabajo de la sociedad civil, de las entidades de la discapacidad, para gobernar por la igualdad y asegura que es necesario hacer más visible a las personas con discapacidad, hay que estar en todas partes, no solo en temas de discapacidad.
Su primer contacto con el mundo político fue a los cinco años, por sus problemas de visión, ¿cómo ocurrió?
El hospital Marqués de valdecilla donde me atendían entonces estimó que el tratamiento más adecuado para mi problema estaba en Boston, en EE.UU. y el Insalud no se hacía cargo de los gastos. Mis padres, tras muchas vueltas, consiguieron que el Insalud se hiciese cargo del tratamiento, pero no cubría todo, porque había gastos de viaje y demás, gastos importantes, que no se cubrían. Fue hace justo 30 años, el actual presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, entonces diputado de Cantabria, recibió a mis padres y se encargó de hacer una especie de colecta. Consiguió el dinero que faltaba para que pudiese ir a EE.UU. El otro día, 30 años después, nos hicimos una foto juntos.
Es una bonita historia.
Sí, aunque el tratamiento de la discapacidad por parte de los medios, que tienen una responsabilidad fundamental, siempre se da desde el punto de vista humano y muchas veces no se profundiza en otras cuestiones, como pueden ser los derechos, pero la historia no deja de tener su encanto. Aunque esto tiene un cierto mensaje político porque tal y como defendemos en el partido al que pertenezco, nadie debería verse obligado a hacer una colecta para ser atendido fuera de su país, los servicios públicos deberían funcionar lo suficientemente bien como para no tener que irse a EE.UU. ni para tener que acudir a la caridad de una colecta.
¿Fue quizá ese momento vital el inicio de su carrera política?
Me viene casi de cuna porque mi familia está muy politizada, mi abuelo ya era una persona muy involucrada. Mis padres también han sido muy activos pues cuando perdí la vista ellos organizaron una asociación de padres. Es curioso porque el modelo de entonces, que se hizo en colaboración con la ONCE, pretendía que los niños con discapacidad no tuvieran que salir de las aulas para recibir una atención especializada y así evitar la educación segregada y es el modelo que se está aplicando ahora en toda España.
De alguna manera, mi compromiso por la igualdad es de siempre. En la universidad estuve muy involucrado en política y después tuve una experiencia en juventudes socialistas, fui secretario general en Camargo y ahí descubrí un poco la falta de democracia interna de los partidos tradicionales y salí bastante desencantado.
El desencanto, sin embargo, no terminó con su interés por la política y por esa lucha a favor de la igualdad, ¿qué es lo que le empujó de nuevo a entrar en política?
Desde que era niño, como ocurre con muchas personas que tenemos discapacidad, la implicación por la igualdad es una cuestión de nuestro día a día y eso hace que uno se forme un carácter reivindicativo de alguna manera y eso te lleva a lo otro. Si tienes un cierto interés por las cosas que te rodean, que te afectan, por las cosas comunes, al final es el paso lógico.
Después de salir de juventudes, estuve un tiempo participando con diferentes organizaciones, incluso en una que ahora ya no funciona y se dedicaba a dar asesoramiento jurídico a personas con discapacidad a través de Internet. Luego surgió el manifiesto fundacional de Podemos y eran las cosas que yo llevaba tiempo diciendo, al igual que mucha gente de mi entorno. Pensamos que era lo que hacía falta. Si no recuerdo mal firmé el manifiesto de Podemos el 15 de enero de 2014.
Y, ¿cómo llegó a las listas para las elecciones en su comunidad?
Como cualquiera en Podemos. Los candidatos los elegimos siempre a través de primarias abiertas a la ciudadanía, en las que cualquiera puede votar a quien le parezca, con un sistema de listas abiertas y desbloqueadas. Fui elegido secretario general en Camargo, que es mi municipio, y de ahí surgió la posibilidad de entrar en el Consejo Autonómico, que es el órgano de dirección del partido en el ámbito autonómico y posteriormente se celebraron las primarias, que era un paso natural. Me presenté y fui el más votado de Cantabria en las primarias.
Ahora como diputado, ¿qué responsabilidades asume?
He sido elegido secretario primero de la Mesa del Parlamento, que es una responsabilidad muy importante porque además nosotros defendimos en todo momento que todos los grupos parlamentarios estuvieran representados en la Mesa en Cantabria. Finalmente, con generosidad de todos los grupos, esta propuesta que surgió de Podemos, se ha llevado a la práctica. El hecho de que todos los partidos estén representados es un signo de la pluralidad que tiene este parlamento. Se van a tomar decisiones muy importantes, como por ejemplo, fijar el orden del día de los Plenos. Porque tan importante es hablar de los temas como elegir de qué temas se habla.
¿Qué otros temas le gustaría abordar?
Eso se decide casi seguro el próximo 17 de julio. Casi seguro que estaré en la Comisión de Discapacidad.
¿Habrá entonces Comisión de Discapacidad en el Parlamento?
Sí, por lo que hemos hablado con otras fuerzas, sí, aunque no lo puedo decir con una seguridad del cien por cien. Sería una Comisión no permanente pero incluso se hablaba por parte de algunos de la necesidad de que se establezca como una de las comisiones permanentes.
¿Qué considera necesario impulsar en Cantabria para el sector de la discapacidad?
Personalmente, en materia de discapacidad, tengo unas ideas muy particulares. Quiero escuchar a entidades que conocen la realidad de la discapacidad, como CERMI y ONCE, que incluso en muchas ocasiones tienen propuestas muy adecuadas, para ser su voz en el Parlamento, pretendo seguir un poco la fórmula que abordamos en todos los temas en Podemos. Una de las primeras reuniones que vamos a tener va a ser lógicamente con el CERMI y con la ONCE en Cantabria, aunque ya tuvimos reunión en campaña y muchas de sus propuestas se incluyeron en nuestro programa electoral, pero es conveniente tener una relación fluida en la que esas propuestas se trabajen más, se llegue a lo concreto para que de alguna manera yo pueda ser su voz en el Parlamento y en la Comisión de Discapacidad.
Y, al igual que es importante que las historias sobre discapacidad no tengan solo la parte humana y emotiva como decía antes, me parece muy importante que las personas con discapacidad no estemos solamente en temas de discapacidad. Es probable que también forme parte de la Comisión de Justicia, en la que también tengo algunas cosas que decir.
¿Cuál sería la cuestión más urgente que habría que atender en su comunidad en temas de discapacidad?
En materia de discapacidad lo más preocupante en este momento es el acceso al empleo y creo que ahí se puede hacer mucho. Tengo una serie de ideas que ahora no puedo desvelar.
¿Cree necesario que las personas con discapacidad tengan que llegar al mundo político?, ¿cree que deben gobernar para que se conozca esa realidad y se logre una sociedad más inclusiva?
Es fundamental. Es más, creo que habría que en el ámbito interno de los partidos, incluso a través de una reforma de la Ley de Igualdad, habría que hablar de un establecimiento de cuotas para personas con discapacidad en los órganos de dirección de los partidos. Lo mismo que existe un criterio de discriminación positiva en materia de género, creo que también debe existir en materia de discapacidad. Esa discriminación es histórica, a pesar de los pasos en el reconocimiento y la visibilización de las personas con discapacidad, pero el hecho de pertenecer o tener la posibilidad de formar parte de la dirección de partidos y las elecciones, da una visibilidad fundamental. En el ámbito interno de Podemos, pienso promoverlo.
¿Cree que desde su posición pueden aportar una visión distinta y necesaria?
Creo que es importante esa visión, pero también es importante la imprescindible visibilización, porque, ¿cómo va a contratar un empresario a una persona con discapacidad si no sabe lo que puede hacer? En el fondo, tenemos ahí una labor de pedagogía fundamental y esa labor solo se puede hacer si somos visibles.
Hay otros ejemplos como el suyo en otras ciudades y comunidades autónomas, las personas con discapacidad van llegando a los gobiernos, ¿qué opina de esta ‘toma de poder’?
En general, el sector de las personas con discapacidad, por muchos motivos, está poco politizado, pese a lo que pudiese parecer. Los grados de participación de las personas con discapacidad están por debajo de la media y es muy importante tomar medidas de discriminación positiva para que esto no sea solamente una iniciativa concreta de un partido determinado en un solo municipio. Somos un 10 por ciento de la población y esa representación debe reflejarse en toda la sociedad en su conjunto, pero también en la política.